Evelyn Ortiz y Manuel Tello tuvieron experiencias repentinas con la muerte, vivieron su dolor y lo transformaron en su mejor arma.
Es un referente dentro del atletismo nacional. A sus 9 años perdió a su padre y a su madre con menos de una semana de diferencia y su gran sueño de ser atleta se vio tristemente interrumpido. Logró doblar la mano al destino y a los 39 años logró todo lo que soñaba, luciéndose como deportista nacional y campeona iberoamericana en los 800 metros planos.
Tuvo que lidiar con la repentina muerte de su hermano producto de un asalto. Mientras se encontraba realizando un taller audiovisual en una población vio que un niño jugaba a ser delincuente con una pistola de plástico, simulando entrar a una casa a robar. Esta escena lo motivó para crear la corporación Pequeñas armas, un proyecto que busca erradicar la violencia y delincuencia infantil a través del arte, la educación y la comunicación.